CIUDAD DE MÉXICO.- Otro golpe republicano a México, a los mexicanos y a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
El gobernador Gregg Abbott ordenó a todos los productores de hidrocarburos no exportar sus productos durante la actual crisis invernal de Estados Unidos.
Un mazazo devastador porque la frontera norte de México se surte de gas del sur estadunidense, cuyos ductos se encuentran congelados y no puede pasar el energético.
Es la materia prima de la CFE, cuyo director Manuel Bartlett Díaz debió leer desde hace 15 días los pronósticos de la crítica situación climatológica que se cernía sobre los estados de la costa este.
La disposición del republicano Abbott abarca hasta el 21 de febrero.
Dijo el mandatario de la entidad que opera su propio sistema energético sin someterse a las políticas federales de Estados Unidos ni coordinarse con los demás estados de la Unión Americana:
“He emitido temprano hoy una orden vigente desde hoy hasta el 21 de febrero solicitando a los productores que tienen envíos a ubicaciones fuera de Texas que, en su lugar, vendan ese gas natural a los generadores de energía de Texas”.
Justificó la medida porque esa región sufre la peor crisis energética de la historia por la ola de frentes fríos, el 35 y 36 de la temporada, lo cual dificulta el transporte del gas natural.
En lugar de exportar, Texas utilizará plantas generadoras de electricidad a base de gas natural para terminar la crisis actual, que ha dejado sin luz a por lo menos 2.6 millones de personas.
Luego agregó:
“Las ventas sujetas a interrupción o reducción a discreción exclusiva del vendedor bajo contratos o tarifas que en efecto para la venta de dicho gas pueden estar de acuerdo entre el vendedor y el comprador puede realizarse de cuándo en cuándo”.
Estados Unidos provee 80 por ciento del gas que consume México en la generación de energía eléctrica y 45 por ciento del sistema depende del gas natural.
