CIUDAD DE MÉXICO.- Es otro fracaso de la autodenominado cuarta transformación.
Buena parte de la esperanza de atención a pacientes de coronavirus estaba puesta en las aportaciones del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Peo falló.
No pudo construir y menos entregar al sistema de salud del país los 700 ventiladores prometidos con bombo y platillo por su directora Maria Elena Alvarez-Buylla.
La promesa la hizo la propia funcionaria el 23 de abril pasado en Palacio Nacional y, ufana, dijo que serían ventiladores mecánicos invadidos, con tecnología ciento por ciento mexicano, de alta calidad y seguridad biomédica.
Con un dato adicional: a bajo costo.
Pero nada, pasó el 15 de mayo, la fecha prometida para la entrega, y las instituciones de salude no recibirán ni uno y no tienen para cuándo empieza a recibir ese suministro.
El reconocimiento es del propio subsecretario de Salud y vocero oficial del gobierno en esta crisis sanitaria, Hugo Lopez-Gatell, quien dijo que no tiene información mayor.
A falta de esta promesa de la autodenominada cuarta transformación, todo queda en manos de empresas y países extranjeros, básicamente China y Estados Unidos.
Esto se da cuando, date de este domingo, hay casi 50 mil infectados de coronavirus y México avanza hacia los top ten de países con mayor incidencia de muertos.
Muy por encima de China, foco natural del Covid 19 y que ya está muy por debajo de México.
