CIUDAD DE MÉXICO.- Nadie lo tomó en cuenta.
Pero el hombre llegó arrastrando su cobija y mirió casi a las puertas de Palacio Nacional por la calle Correo Mayor.
La Policía Militar, encargada de la vigilancia, lo encontró en la mañana y lo reportó porque vio que no tenía movimiento.
Luego llegaron las autoridades ministeriales, levantaron el cuerpo y se lo llevaron con un dictamen preliminar: era un hombre en situación de calle.
Teporochito, pues.
A continuación las autoridades de la Ciudad de México enviaron servicios para sanitizar el lugar.
Se lo llevaron casi con el sigilo con el que llegó a morir junto a la sede del Poder Ejecutivo Federal.
Así lo tuiteó el periodista Jorge Becerril, del periódico Milenio: