Por JOSÉ UREÑA
Nada de disidencias.
El gobierno, la candidata triunfante, el partido oficial y paleros acompañantes han apretado a todos los actores para dar gusto a Andrés Manuel López Obrador.
Es decir, ningún diputado o senador de Morena o de los partidos del Trabajo y Verde Ecologista podrá criticar en las reuniones preparatorias y menos en las votaciones.
Es una operación muy fina donde participan todos y comprometen a todos porque septiembre debe ser el mes de los grandes cambios jurídicos sin importar foros, parlamentos abiertos o como se les quiera llamar.
Mucho menos contarán las tres encuestas encomendadas al dirigente morenista Mario Delgado para justificarse y cuyo ejercicio sella el binomio partido oficial-gobierno de la república.
Como en el pasado, cuando no se distinguía dónde terminaba la administración pública y dónde empezaba el añso y corrupto PRI, como califican López Obrador y Claudia Sheinbaum.
En consecuencia, nada trascenderán las consultas y las opiniones de especialistas.
OPERACIÓN PRO PESO
Ayer narramos cómo se pretende evitar otro error de diciembre.
O de octubre, pues en ese mes se estrenará la primera presidenta de la República Mexicana con una agenda dictada el 5 de febrero pasado con las iniciativas lópezobradoristas pero pendientes de aprobación legislativa.
Todo el gobierno y las instituciones de Estado, de la candidata victoriosa al secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O al Banco de México de Victoria Rodríguez Ceja, han hecho su trabajo y comienza a rendir frutos.
De momento han logrado detener la caída de la moneda mexicana, aunque todavía esté lejos de la paridad tenida hasta antes de las elecciones del 2 de junio, cuando el dólar caía cerczno a 16 pesos.
Es apenas el inicio, mas falta saber cuál será la reacción de los mercados internacionales y los grandes capitalistas cuando venga la reforma al Poder Judicial, la posible pérdida del Estado de Derecho, la autonomía de la Suprema Corte y la desaparición de los órganos autónomos.
Todo el poder en una persona.
SALINAS ALZA LA VOZ
Del sometimiento judicial habla un boletín del Grupo Salinas de Ricardo Salinas Pliego sobre la resolución adversa de un amparo directo, el 98/2021.
Es del Vigésimo Tribunal Colegiado en Materia Adminsitrativa del Primer Circuito:
“Lamentamos la falta de diligencia y objetividad de algunos magistrados, quienes frente a la sistemátia presión por parte del gobierno federal y ante el temor de ser considerados corruptos, se negaron a analizar a fondo nuestro amparo”.
Poco importó la posición del magistrado presidente, quien “señaló con precisión y claridad que las maniobras del SAT son abusivas, coercitivas, desproporcionadas e ilegales”.
Ante este fallo, “recurriremos a las instancias superiores correspondientes en busca de una resolución que elimine los abusos como los cobros dobles e ilegales que buscan imponernos.
“…seguiremos haciendo uso de todos los instrumentos legales a nuestro alcance para defender nuestras causas, la reputación de nuestras empresas y la prosperidad incluyente de nuestros colaboradores y clientes”.
¿Quién dijo que Salinas Pliego ya negociócon el gobierno y por eso calló?
