CIUDAD DE MÉXICO.- Los activistas y hermanos Bryan y Adrián LeBarón señalaron que la reforma promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador a la Ley de Banco de México (Banxico), podría detonar un aumento en las actividades proterroristas, por lo que pidieron a Estados Unidos y México instalar mesas de trabajo.
En una carta dirigida al embajador de EU en México, Christopher Landau, le añadieron que esta iniciativa limitaría la futura cooperación de México con los Estados Unidos, incluyendo restricciones a metodologías científicas de investigación criminal.
“Hoy más que nunca, los grupos criminales están erosionando al país y reclamando más territorio, y no sólo hablamos del poder económico, sino en su influencia en los territorios.
“Se ha normalizado su actuación y participación en la cotidianeidad de los pueblos y comunidades, y que el gobierno abra estos boquetes, donde el dinero que debería ser perseguido, se legitima, es una señal a todas luces incorrecta” detallaron.
Agregaron que esta influencia es totalmente preocupante, e influye más allá de nuestros límites territoriales, “por lo que debemos apelar a preservar la delicada relación entre los dos países, que a veces tiende de hilos delgados por la manera en que abordamos el enfoque de seguridad pública.
“También en este sentido, tenemos la reforma a la Ley de Seguridad Nacional aprobada por el Congreso de la Unión, que expone la actuación de los agentes extranjeros, con las variables negativas, como los son la exhibición de la inteligencia a múltiples intereses y las relaciones de coadyuvancia con testigos e informantes”.
Por lo que consideran que el poder tiene miedo a la revelación de profundas conexiones entre el Estado Mexicano y el submundo criminal del narcotráfico mexicano, no es un simple asunto de seguridad nacional, es parte toral de la política exterior bilateral entre México y los Estados Unidos.
Y que México no puede sólo beneficiarse de la evidencia que generan las investigaciones estadounidense y no comprometerse a llevar a los criminales y políticos a juicio.
En este sentido, es además una crítica al débil sistema de justicia penal mexicano, que nos debe llevar a reflexionarnos.
Dicen a continuación:
“En este marco de manera respetuosa, pedimos al gobierno norteamericano y al mexicano, tengan la capacidad y voluntad de instalar mesas de trabajo donde de forma clara, se discutan las mejores estrategias de enfrentar lo que a todas luces, es un problema con aristas en ambos países.
“No se puede enfrentar el problema de manera unilateral, ya que es un cáncer que se propaga y afianza en ambos lados de la frontera.
“Que se realicen las modificaciones necesarias a las leyes, con una visión integral y global; en la que se plasme la capacidad y aspiración máxima de los gobiernos de combatir al crimen que cada día le cuesta vidas a ambas naciones”.
