WASHINGTON.- México debe verse en el espejo de Estados Unidos.
El país de la riqueza, que hace meses presumía el empleo pleno y un sistema sanitario sano a pesar de haber abandonado el seguro general de Barack Obama, ha explotado.
Este sábado se acercó. los 40 mil muertos -exactamente 38 mil 664-, tras registrar mil 891 en menos de 24 horas.
No nada más eso.
Se ha convertido en el país con el mayor número de infectados: 732 nuk 197, muy por encima de China o de cualquier europeo con problemas.
El problema para Donald Trump se vuelve terrible porque la gente ya no aguanta el encierro y quiere salir a la calle.
En varios estados ha retador tanto a la policía como a las autoridades locales para manifestarse, con el riesgo de contagiarse en las marchas multitudinarias.
Esto crea un problema adicional para Donald Trump, que pretende reactivar la economía cuanto antes a pesar de la situación tan crítica que vive Estados Unidos.
En todos lados faltan equipos profesionales, tanto personal como ventiladores y otros instrumentos para incubar, mientras el presidente ha iniciado la exportación de esos insumos.
Un caso es México, al cual ha ofrecido mil ventiladores antes de terminar abril y adicionalmente ofrece otro millar en operaciones comerciales porque, asegura, la administración de Andrés Manuel López Obrador no tiene ningún veto.
Claro, ha sido consecuente en todo sentido y le ha creado tres muros fronterizos para contener la migración: uno en el Río Suchiate, otro a lo largo del territorio mexicano y otros en los estados del norte.
De Baja California a Tamaulipas, con Chihuahua, Coahuila y Nuevo León de intermedios, millares y millares de militares, marinos y miembros de la Guardia Nacional aseguran el control de viajeros ilegales.
Por eso el recurrente reconocimiento de Trump a la colaboración López Obrador, quien cumple aquella amenaza del mandatario de la Casa Blanca:
-De una u otra forma, México pagará el muro fronterizo.
Lo ha hecho con creces.