CIUDAD DE MÉXICO.- Un grupo de manifestantes, en su mayoría mujeres, se reunieron en las inmediaciones de la sede de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México para exigir justicia para la joven agredida en la protesta del viernes.
Además, condenaron la represión policial que se registró durante la movilización en la Embajada de Estados Unidos por la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd y Giovanni López en Jalisco.
Seguramente no oyeron noticias ni vieron las imágenes porque los casi 200 adolescentes y jóvenes que acudieron a la representación diplomática actuaron a placer, sin ningún policía que los interceptara y por eso dañaron y destruyeron edificios, saquearon tiendas y vandalizaron bancos.
Solamente se les impidió llegar a la representación del Gobierno del Estado de Jalisco, ubicada en Polanco, donde se colocaron vallas de agentes y en algún momento, ante las provocaciones de los vándalos, actuaron con violencia como se ve cuando agreden a la joven que antes les lanzó tubos, piedras y otros proyectiles.
Hoy ella misma aceptó que hizo todo eso “porque estaba muy enojada con la agresión policiaca”, pero luego fue llevada a un hospital, los gastos cubiertos por el Gobierno de la Ciudad de México y se le dejó ir sin siquiera levantarle un acta por atacar a policías.
De manera pacífica hasta las 16 horas, los inconformes lanzaron consigas y mostraron pancartas de denuncia. Con motivo de la manifestación en la SSC, 400 efectivos del Cuerpo de Protección Civil fueron desplegados en la calle Liverpool, colonia Juárez, alcaldía Cuauhtémoc.
Los efectivos policiales contaban con el equipo de protección personal (cascos y escudos), extintores para mitigar cualquier conato de incendio, pero no portaban armas de fuego.
