CHETUMAL, QR.- El ex gobernador quintanarroense Mario Villanueva regresará a su casa 19 años después de haber sido encarcelado en el gobierno de Ernesto Zedillo, acusado de narcotráfico.
Estuvo preso en el penal de alta seguridad de Almoloya de Juárez, estado de México. Tras años fue enviado extraditado a Estados Unidos y luego regresó para seguir encarcelado.
Tres prisiones distintas y, con su hijo Mario Villanueva reconvertido al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), recibió la promesa de ser liberado porque es mayor de edad y está muy enfermo.
Ya tiene la gracia presidencial.
Esta noche él mismo lo anunció en su cuenta de Twitter con un mensaje único:
“Deseo informarles con profunda legra que hoy por la noche me llamo el Consejero Jurídico de la Presidencia, licenciado Julio Scherer, para informarme que el Tribunal que tiene a sus cargo ni caso habñiua emitido un ACUERDO ordenando mi traslado a casa.
“Imaginen lo que siento después de 21 años y casi tres meses sin pisar mi hogar , con 19 años de cárcel cuando soy inocente de lo que me han acusado, lo que está debidamente probado con documentos en el Congreso del Estado”.
El agrega dos casos a su encarcelamiento porque anduvo prófugo hasta que fue detenido en la sierra, con barba, desaliñado, flaco y acompañado del entonces también priísta Ramiro de la Rosa.
Se va a prisión domiciliaria a su Finca Mostrenco, donde reunía a la clase política quintanarroense cuando diputado y senador pero, heredada por su padre, donde no pudo disfrutar las mieles de la postgubernatura.
Popular en Quintana Roo, al grado de tener a un hijo que fue alcalde de Chetumal, diputado federal y con amplia carrera, no encontró clemencia política hasta que prometió lealtad a Andrés Manuel López Obrador y a su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El tabasqueño le ha cumplido, como le anunció el consejero jurídico de la Presidencia y quien tiene no nada más el enlace con el Poder Judicial de la Federación, sino también de la agenda presidencial.
En cuanto Villanueva Madrid anunció su liberación, de inmediato se juntaron cientos de personas frente al Centro de Reinserción social para felicitarlo y celebrar su excarcelación.
Así de popular es quien osó enfrentarse a Ernesto Zedillo y negar permisos de construcción a su familia en zonas de reserva ecológica en los suburbios de Cancún, según declaró él.
Sin embargo, tanto Estados Unidos como la justicia mexicana presentaron un sinfín de pruebas según las cuales tenía nexos con narcotraficantes de distinto calibre y región, a quienes servía con protección en Quintana Roo.
Una de las leyendas dice que las avionetas llegadas de Sur y Centroamérica arrojaban la droga a los mares y playas del Caribe, donde su policía vigilaba la recolección y protegía su reenvió hacia Estados Unidos.
Cierto o falso, hoy sólo queda a Mario Villanueva disfrutar su vejez sin poder salir de casa pero atendido por médico de sus múltiples males y necesidades farmacéuticas.