CIUDAD DE MÉXICO.- La llamada “nueva normalidad” nada tiene qué ver con la antigua normalidad.
El Centro Histórico es reflejo de las disposiciones iniciales para encaminar la reapertura comercial, industrial, de servicios y turística.
La gente va, debe mantener distancia, no puede haber aglomeraciones y las autoridades se encargan de hacer respetar las normas.
El comercio opera al 50 por ciento de su capacidad, con establecimientos que abren de manera escalonada para evitar saturaciones.
En aras de facilitar la separación de personas, se abrieron calles peatonales y también se limita el acceso vehicular.
Escuche usted el reportaje de Quadratín para mayores precisiones.