TODOS PIERDEN-. Los genios asesores de la cuarta transformación hacen creer al padre de ésta que el tabasqueño gana cuando regaña públicamente al gobernador de Chihuahua Javier Corral Jurado, por el conflicto de aguas que se deben repartir estados del norte con la Unión Americana.
Lo cierto es que en el más amplio sentido de la palabra pierde la política y gana el faccionismo, así sea mayoritario como es el caso del Movimiento de Regeneración Nacional, MORENA.
Dada la desventaja política entre el gobernador Javier Corral Jurado contra el presidente Andrés Manuel López Obrador, equivalente en términos boxísticos entre un peso gallo contra un peso completo, muchos pensarían que el triunfo del tabasqueño lo tiene al alcance de la mano y sin la ayuda del referi, pero no es así, los observadores políticos creen que todo esto abona para 2021.
DESCORTESÍA MAYÚSCULA-. Todo viene a colación por la visita presidencial del pasado fin de semana que hizo el padre de la cuarta transformación, sin invitar al gobernador chihuahuense Javier Corral, además de casi presumir ante los micrófonos que no lo hacía por las “malas relaciones” que hay con el gobernador. La liturgia política señala que el gobernador representa a todos los habitantes de su estado, por lo tanto el desaire fue para los habitantes de la entidad.
Pero parece ser que esto último es lo que menos interesa al mandatario nacional, ni modo.
APOYO SOLIDARIO-. Al día siguiente del desdén presidencial al mandatario Javier Corral, surgieron manifiestos de apoyo de diez gobernadores hacia su colega chihuahuense, lo extraño es que como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, CONAGO, el ejecutivo de San Luis Potosí guardo un silencio sepulcral. El tan ansiado divisionismo presidencial cosecha frutos.
Seguro que el padre de la cuarta transformación debió festejar ruiseño ese divisionismo entre los 32 gobernadores del país que era la meta del tabasqueño y que logró más fácil de lo que esperaba.
AGUAS FRONTERIZAS-. Pero el asunto de fondo en el norte del país es por el compromiso que se tiene para dar agua a los primos de la Unión Americana, asunto que pasa a último término pues la presa La Boquilla o también Lago Toronto, sigue en litigio y sin la capacidad política del gobierno mexicano para encontrar una salida. Agricultores y ganaderos norteños son las víctimas.
Lo peor de todo lo malo es que la federación insiste en que se trata de un pleito partidista con miras a las elecciones del año próximo, lo que podría tener parte de razón pero aun siendo así, hay caminos civilizados para dar con salidas prontas que son las que urgen.
