GUADALAJARA, Jal..- Cuando todo parecía perdido, un milagro ocurrió en la cancha del Rebaño Sagrado.
Jesús Ricardo Angulo sacó un disparo que terminó en las redes al minuto 89 y sentenció la victoria de Chivas por 1-0 sobre el Pachuca, con lo que dio oxígeno no sólo a su equipo, sino al técnico Víctor Manuel Vucetich, cuya salida de nuevo fue exigida por la tribuna en este duelo de la novena fecha del Torneo Grita México A21.
Guadalajara llegó a su casa con la urgencia de conseguir una victoria para calmar la tempestad. Los números del equipo son mediocres, pero su funcionamiento es incluso peor.
Con ese panorama, el técnico Víctor Manuel Vucetich recurrió a medidas que parecen cargadas de desesperación. Mandó un 11 titular sin centro delantero y con Uriel Antuna de “falso 9”.
Contra Pumas, la semana pasada, cerró así y algo de peligro pudo generar, aprovechando la velocidad del Brujo, pero ante un rival agotado. Ahora frente a los Tuzos simplemente no sirvió para nada la idea. Guadalajara no fue capaz de disparar una sola vez entre los tres palos en la primera parte.
Pachuca generó más desde el arranque. Al ‘2, Yairo Moreno intentó de lejos, pero desviado. Siete minutos después, Erick Sánchez puso a prueba al arquero Raúl Gudiño, con un disparo de lejos que lo obligó a volar para desviar a tiro de esquina.
Y al ‘15, tremendo susto para el Rebaño Sagrado: Roberto de la Rosa escapó solo por el centro, definió al fondo, pero el gol se anuló por fuera de lugar. Tan triste fue el desempeño de Chivas durante la primera parte, que la única “aproximación” fue un zurdazo desviado de Jesús Ricardo Angulo, desde fuera del área, al minuto 17.
En los siguientes minutos, absolutamente nada.
Por eso, apareció la desesperación de los aficionados. Antes del descanso, explotó de nuevo el grito: “¡Fuera, Vuce. Fuera, Vuce!”. Es el tercer partido de local consecutivo en que los seguidores exigen la salida del entrenador. La paciencia se les agotó hace tiempo.
Por eso, en el segundo tiempo no le quedaba de otra más que arriesgar. Víctor Manuel Vucetich hizo un cambio ofensivo para arrancar el complemento: sacó a Jesús Molina y metió a Oribe Peralta. El Cepillo no jugaba en Liga MX desde la fecha uno. Doce minutos era toda su actividad del semestre en encuentros oficiales hasta hoy. La inactividad fue notoria.
Al ‘56, Uriel Antuna hizo una gran jugada por derecha. Se quitó a dos rivales de encima, entró al área y metió una pelota que el portero Oscar Ustari rechazo. A segundo poste, sin marca, a dos metros del arco desprotegido, Oribe Peralta falló. Increíble. El ánimo se vino abajo con el error del Cepillo.
Pachuca generó mayor peligro en la recta final del encuentro. Primero, Nicolás Ibáñez voló un remate en el corazón del área, al ‘73. Después, el Pocho Víctor Guzmán soltó un tiro desde fuera del área que estremeció el travesaño y Raúl Gudiño reaccionó enseguida para tapar el contrarremate, al minuto 77. Se salvó Chivas, pero pasó otro gran susto al ‘84.
Kevin Álvarez recibió el esférico dentro del área. Disparó a quemarropa y Raúl Gudiño tapó sobre la línea de gol. El rebote le quedó al mismo futbolista de los Tuzos, quien ahora pateó directo a la base del poste. El Guadalajara no estaba abajo en el marcador de milagro.
Y en el futbol, todo puede suceder mientras la pelota siga rodando. El Rebaño Sagrado tenía vida gracias a las fallas del Pachuca. La afición seguía molesta y al ‘87 estalló de nuevo el “¡Fuera, Vuce!”.
Todo parecía perdido cuando apareció la magia de este deporte. Jesús Ricardo Angulo tocó para el Chicote Calderón, que le devolvió de tacón. Canelo entró al área y con un zurdazo cruzado puso el 1-0, al ‘89.
Quadratín Jalisco
