XOCHITLAHUACA, Gro.- Tras horas de espera, los amuzgos y mistemos dibujaron su miseria en rústicas pancartas en espera de respuesta de su poderoso visitante.
Pero entre la angustia nacional por el coronavirus y esa pobreza, Andrés Manuel López Obrador tiene otra prioridad: la rifa del avión presidencial que no se rifará.
Y les dio una esperanza: recibirán cachitos aportados por los empresarios para que tengan la oportunidad de ganar uno de los 100 premios de 20 millones de pesos.
Fue muy precisa la promesa:
“Les van a tocar a ustedes los números para la rifa del avión, cada casa, cada hogar, cada ciudadano, hombre o mujer, va a tener su cachito, de los que nos van a entregar los empresarios… cada hogar va a tener, si son tres ciudadanos mayores de 18 años, son tres boletos”, aseguró.
Añadió que también se van a repartir boletos a las sociedades de padres de familia de cada escuela.
“Ahí vamos a procurar darles más, 50 o 100 para que tengan más posibilidades de sacarse el premio y ayudar a terminar de construir la escuela, va a ser la suerte, pero yo estoy seguro que los premios van a quedar, hay muchas posibilidades de que queden en manos de gente humilde, pobre”, indicó.
Mientras tanto, invitó a los niños más pobres de Guerrero para que, cuando sea traída de Lados Unidos, vayan a la Ciudad de México a conocer esa aeronave que a su juicio es muestra del dispendio y la corrupción de gobiernos pasados.
Por otra parte, el Jefe del Ejecutivo federal aceptó construir la carretera que le pidieron para conectar a Xochistlahuaca con el municipio de San Pedro Amuzgos, en el estado vecino de Oaxaca.
“Me llevo las peticiones, (el titular del INPI) Adelfo Regino que se ponga de acuerdo con (el alcalde de Xochistlahuaca) Daniel (Sánchez Néstor) para la construcción del camino, para buscar la unidad con San Pedro Amuzgo”, prometió.
