WASHINGTON.- El futuro político de Estados Unidos está en vilo.
La lucha por las dos senadurías de Georgia no tienen vencedores claros esta madrugada y ello impide saber quién tendrá el control de ese cuerpo legislativo.
Y al no saber si los demócratas empatarán a 50 escaños con los republicanos, o éstos se hacen de 51 espacios, no se conocen el ambiente en el cual gobernará Joe Biden.
Esta madrugada ls lucha era cuerpo a cuerpo, con el demócrata Raphael Warnock, con apenas 50.4 por ciento de los sufragios a su favor contra la republicana Kelly Loeffler.
En contraste, el republicano David Perdue superaba con escasas dos décimas -unos dos mil votos- al demócrata Jon Ossof.
Si se mantuvieran estas cifras -está previsto terminar el conteo hacia le mediodía del miércoles- los republicanos contarían con 51 escaños por 49 de los demócratas y pondrían en jaque la presidencia de Biden.
Lo obligaría a negociar para poner en marcha su ambiciosa agenda, muy distante de la de Donald Trump por girar hacia la institucionalidad y la protección del medio ambiente.
De lo contrario, si los dos candidatos demócratas se impusieran, entonces habría empate a 51 asientos y ello llevaría a que la vicepresidenta Kamala Harris votara por el desempate.
Es lo máximo a lo cual pueden aspirar unos demócratas dominantes en la contienda por la Casa Blanca pero no arropados por aspirantes senatoriales.