CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno cierra el círculo en torno al ex presidente Enrique Peña Nieto a través de su principal colaborador, el ex secretario Luis Videgaray.
El punto de partida son los datos proporcionados por el cuestionado Emilio Lozoya Austin, quien como director de Petróleos Mexicanos (Pemex) operó recursos indebidos.
El jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, confirmó esta información y dijo que los cargos son específicos a Videgaray: corrupción y cobro de sobornos.
Adicionalmente se le indaga por supuesto desvío de recursos públicos hacia campañas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), datos también mencionados por Lozoya Austin.
Según los señalamientos, todavía no hay elementos para fincar responsabilidades a ninguno de los dos, pero a Videgaray se le revisan sus cuentas personales de los pasados diez años.
Lo señalado por el ex director de Pemex, quien recibió recursos de Odebrecht a cambio de contratos y no por apoyos políticos según la propia trasnacional, menciona distintas entregas a políticas.
Unas para campañas y otras a legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) a cambio de respaldar las reformas estructurales del sexenio pasado, en especial la energética.
Todos los aludidos han desmentido estar involucrados y hacen suponer que Lozoya Austin se embolsó el dinero y pretende continuar con el beneficio del perdón y quedarse con lo recibido.
A Lozoya también lo acusa Emilio Zebadúa, oficial mayor de las secretarías de Desarrollo Social y Desarrollo Territorial y Urbano en el sexenio pasado, quien asegura haber actuado en connivencia con Videgaray y el ex presidente Peña Nieto.
A los desvíos del segundo se le conoce como la Estafa Maestra y es argumento fundamental del gobierno para mantenerla en la cárcel aunque ella tiene derecho a su proceso en libertad.
