TOLUCA, Méx.- El Diablo sigue en su triste, frío averno de derrotas y malas actuaciones.
No le ha dado fruto ostensible el cambio de entrenador y la llegada de José Chapo de la Torre, quien encendió las esperanzas en su triunfo de 0-1 ante Morelia en la primera jornada.
Hoy ese mismo Toluca de muchos años sucumbió ante un Necaxa mejor organizado pero sobre todo más ambiciosos y como si no hubiese renovado gran parte del cuadro.
Hubo, eso sí, golazos, grandes atacadas y así deben verse los cinco tantos registrados para un público ansioso de volver a saborear los bellos mediodías dominicales.
Aquellos de los campeonatos con El Ojitos Meza y el propio Chapo de la Torre.
Quizá para esa afición hubiese sido mejor un empate, pero hubo un penal polémico en el Estadio Nemesio Díez y de esa manera los visitantes regresaron a Aguascalientes con la alegría de hoy y la esperanza futura.
La primera anotación fue de Mauro Quiroga, quien disparó luego de recibir un rechace del portero Alfredo Talavera, cuyos mejores días parecen haber transcurrido ya.
Era el minuto 21 y él había atajado un rechace de Kevin Mercado y se quedó sin alternativa en el contramate del Comandante.
Con todo en contra, los toluqueño se fueron al frente, lograron ponerse adelante 2-1 cuando faltaban diez minutos, pero la reacción electricista los dejó sin oportunidad.
Mucha tarea para un equipo que debe volver a ser grande.
