El Chueco asesinó a los sacerdotes jesuitas por un arranque de ira, asegura el fiscal de Chihuahua

CIUDAD DE MÉXICO.- El asesinato de dos padres jesuitas, un guía de turistas y un joven en Cerocahui, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua se dio por un arrebato violento de José Noriel Portillo, “El Chueco”, derivado de su consumo de drogas, según el fiscal General de Chihuahua, Roberto Javier Fierro Duarte.

Con ello pierde fuerza la hipótesis de que el crimen se produjo por una derrota en un partido de beisbol de un equipo patrocinado por “El Chueco”.

De acuerdo con el fiscal, Jesús Armando era umpire y no jugaba para ningún equipo, mientras que su hermano Paul Osvaldo ni siquiera había participado del encuentro. Por ello atribuyó el ataque tanto a Paul Osvaldo como a dos padres jesuitas y un guía de turistas a un arranque de ira de Noriel Portillo.

“El grado de peligrosidad que tiene este sujeto (‘El Chueco’) es lo que refieren las personas, es que es una persona bastante violenta en su momento cuando tiene un problema. Que alguien le cae mal porque alguien no lo saluda como él quería o trata de molestar alguna persona por sí mismo, comete este tipo de arbitrariedades, de situaciones de esa naturaleza y ya sea golpearlos, más que todo golpearlos o matarlos”, comentó.

Sobre los hechos del 20 de junio, explicó que por ahora se tienen varias líneas de investigación de las cuales una de ellas apunta a que las agresiones se dieron por una molestia con el guía de turistas, identificado como Pedro Palma, asociado también al consumo de drogas. Además, insistió en que la agresión contra los dos padres jesuitas fue circunstancial.

“Es un tema de drogas, es un tema de un personaje que se droga, que es violento. Pues en ese momento, llega el guía de turistas al hotel y lo saluda y éste le dice ‘¿pues qué traes?’ y se pelea con él, forcejean, se lo lleva, se le escapa, recurre a meterse a la iglesia, y ahí es cuando suceden las cosas. Pero ese es el nivel de enfermedad que tenemos del sujeto al que andamos buscando”, comentó.

Joven localizado no fue secuestrado por “El Chueco”

El joven Jesús Armando Berrelleza Rábago, hermano de una de las víctimas mortales de José Noriel Portillo, “El Chueco” en Cerocahui, en la Sierra Tarahumara de Chihuahua hace dos semanas, no fue secuestrado y escapó a una zona serrana para mantenerse a salvo.

De acuerdo con el fiscal General de Chihuahua, el joven huyó al ver el ataque en contra de su hermano, Paul Osvaldo, mientras que en ningún momento fue retenido por los criminales.

“Lo que te puedo comentar respecto al joven que se pudo localizar con vida, que lo localizó la Secretaría de la Defensa Nacional y el Ejército mexicano, a través de la Policía Ministerial Militar, teníamos ahí un contacto con su papá y resulta que este joven recorrió 15 días la Sierra escondiéndose en situaciones muy complicadas y logró llegar a un poblado y en ese poblado tomó un teléfono y le marcó a su padre”, informó.

Detalló que a raíz de esta llamada, su padre se comunicó con el Ejército y así fue como se localizó a este joven, quien no fue secuestrado por “El Chueco” y hoy está resguardado como testigo protegido.

“No se escapó, lo que refiere él es que cuando llega a la zona donde estaba su hermano, donde tenían asegurado al hermano, él ve la situación y se va y nunca lo detienen”, comentó en entrevista para “Por la Mañana” con Ciro Gómez Leyva.

Respecto del cuerpo de su hermano, Paul Osvaldo, detalló que su cuerpo se encontró con numerosos impactos de bala y se hallaba bastante lastimado.

Al ser cuestionado sobre si están cerca de detener a “El Chueco”, el fiscal de Chihuahua reservó información al respecto y sólo dijo que seguirán los operativos en la Sierra Tarahumara de la mano de las fuerzas federales para lograr su detención.

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