CIUDAD DE MÉXICO.- La personalidad de Joaquín El Chapo Guzmán Loera no es “ni la de un monstruo ni de un genio”, reveló su sicóloga Mónica Ramírez Cano.
Es un hombre que respeta la palabra y ya se quería retirar para poder disfrutar a sus dos hijas menores, sus cuatas, como les dice regularmente y a quienes describe como su debilidad.
El periodista Carlos Loret de Mola reveló que la segunda captura del jefe del Cártel de Sinaloa se debió a que lo venció el cariño por ir a visitarlas a su departamento de Mazatlán.
Hoy la criminóloga difunde información en redes sociales y ha concedido una entrevista para el portar El Blog del Narco, donde da varios detalles tanto de Guzmán Loera como de otros delincuentes famosos.
Escribió Ramírez Cano en su cuenta de Twitter con apenas unas imágenes de una de sus muchas consultas -era un caballero, se paraba cuando llegaba la sicóloga- de 2016:
“Ni monstruo ni genio, Me tocó trabajar con un Chapo cansado. Me comentaba que ya se quería retirar para poder disfrutar a sus cuatas”.
Luego:
“Me tocó trabajar con un Chapo cansado. Me comentaba que ya se quería retirar para poder disfrutar a sus cuatas.
“El Chapo, es un capo de la vieja escuela. Es una persona muy cordial, muy amable y respetuosa.
En las imágenes se ve a Guzmán Loera muy tranquilo, diríase que con mucha confianza, y ella resalta su lado humano.
“Los lectores podrán decir ¿cómo es esto?, pero a mí me toca ver la parte humana de lo que la gente ve como un monstruo”.
El momento compartido en redes sociales corresponde cuando hablaban de mujeres, la principal afición del reo ahora condenado a cadena perpetua en una cárcel de Colorado, Estados Unidos.
“En un momento en que tuvimos una interrupción fuera del contexto (de confidencialidad) estábamos bromeando sobre mi cumpleaños y me dice ‘tómese un tequila a mí salud’ y le dije ‘¿no que no tomas, Joaquín?”, a lo que este respondió que él no iba a tomar.
“Le dedico la canción de la Paloma negra. (…) ‘Las mujeres son mi adicción’, me dijo y le respondí, pues es tu única adicción”, relata la mujer con 20 años de carrera e incontables experiencias en entrevistas con importantes personajes de la delincuencia organizada.
El perfil criminológico a Joaquín Guzmán Loera se hizo en 2016 durante un año a solicitud del entonces jefe de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Renato Sales.
“Me tocó trabajar con un Chapo cansado. Me comentaba que ya se quería retirar para poder disfrutar a sus cuatas. Todos sus hijos son lo (más) importante para él. Su madre y lo fue su abuela también. Decía que ya estaba cansado de correr (estuvo así 14 años)”, relata y afirma que en esto no hay violacion de confidencialidad.
El se define como un empresario a la vieja escuela, cree en la palabra, cataloga al secuestro como el peor de los crímenes porque daña familias enteras y se adelanta a todos los escenarios gracias a su inteligencia.
Todo esto, destaca Ramírez Cano, a diferencia de otros criminales violentos como Miguel Angel Treviño, El Z-40.
