WASHINGTON.- Donald Trump ha tomado una decisión radical para frenar la extensión del coronavirus.
Hoy determinó suspender todos los vuelos de Europa por 30 días, medida que comenzará a aplicarse el 13 de marzo.
El magnate aceptó que es una medida extrema y que sin duda impacto económico, pero claro que prioridad es garantizar la seguridad de sus ciudadanos y el bienestar del país.
El único país europeo del que recibirá aviones transatlánticos es el Reino Unido, donde hasta ahora no se reportan víctimas.
A la política de Trump se han sumado varios organismos internos de Estados Unidos.
Es el caso de la National Baketball Association (NBA), que hoy decidió cancelar todos los juegos hasta nuevo aviso.
Lo hizo porque un jugador de los Jazz de Utah, cuyo nombre no fue revelado, quedó infectado de coronavirus.
Donald Trump fue muy cuidadoso, aspecto raro en él, en informar por qué tomaba esta decisión y siempre invocó el bien superior de la nación.
Y aunque reconoció efectos económicos, hizo la acotación:
“Esta no es una crisis financieras, este es un determinado periodo que vamos a superar como una nación y como el mundo (…) Hicimos medidas que salvaron medidas en la acción temprana con China, ahora haremos lo mismo con Europa. No vamos a retrasarnos”.
Fue muy puntual al señalar que las medidas restrictivas aplican tanto para el transporte de pasajeros como la carga aérea, lo cual significa no recibir muchos productos de la Unión Europea.
Y para evitar daños mayúsculos a los empresarios, dijo que el departamento del Tesoro diferirá el pago de impuestos a individuos y negocios dañados por la emergencia.
La única excepción es para residentes que se encuentren en el extranjero y pretendan regresar a la Unión Americana, así como a quienes tienen familiares en ese país.
