CIUDAD DE MÉXICO.- El fútbol mexicano está viviendo una pesadilla.
Al congelamiento de cuentas de Guillermo Billy Alvarez, presidente del Cruz Azul, han seguido una serie de instrucciones para meter control donde nunca ha habido.
Hoy el comentarista Rubén Rodríguez confirma que los propios equipos han pedido a sus jugadores que preparen su declaración de ingresos para presentarlos ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT).
Es verdad.
Con muchos ingredientes:
Es una medida porque la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), firmó un convenio con la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Esto obliga a que, en lo sucesivo, se harán oficiales ante la autoridad los contratos de los clubes con sus equiperos y ya no se aceptarán pagos en dólares, como sucede ahora.
Tampoco se aceptarán acuerdos verbales como los que hacía Fidel Kuri con el Veracruz para estafar a entrenadores con calidad profesional y moral como Enrique Ojitos Meza y Guillermo Vázquez.
Kuri llego a contestar a los periodistas que la culpa fue de ellos porque “el arreglo fue verbal” y que no se le podía exigir nada en virtud de la falta de documentos.
Pero tampoco deberán registrarse salarios inferiores a los reales, una parte en depósitos bancarios y facturas o salarios nominales, pero con complementos en efectivo.
Todos, clubes y jugadores, tendrán tiempo para aclarar dudas y no ser perseguidos por la UIF De Santiago Nieto.
