CIUDAD DE MÉXICO.- Quién lo hubiera imaginado.
Bravos de Juárez vino al Estadio Azteca a exhibir todas las deficiencias del América de Miguel Herrera.
Para comenzar, su indisciplina, pues fue expulsado Jorge Sánchez apenas a los dos minutos del encuentro que se sentía desigual.
Y no crea que fue un acto injusto, una decisión unipersonal del árbitro, pues la jugada fue revisada en los palcos del VAR y hubo consenso en dejar a los capitalinos con diez jugadores.
Todo lo demás fue una pista libre por donde transitaba el futbol de robo de balón, de toque, de ataque y hasta de intimidación a las Aguilas.
Así, a los diez minutos Diego Rolán aprovechó una mala salida de Guillermo Ochoa para anotar de cabeza ante una cabaña abandonada.
Los Bravos vieron a su presa sin presencia en la cancha y se fueron al abordaje, lo cual les redituó a los 20 minutos del primer tiempo.
Lazcano puso el 2-0 y parecía venirse una debacle para los aficionados del América, no tanto por el marcador -pues se ha repuesto de peores desventajas-, sino por la forma en que era dominado.
Pese a todo, aguantó la primera parte y se fue con un 2-0 en espera de reubicarse, competir y dar la sorpresa para quienes hablan tanto de sus virtudes.
La ambición azul-crema tuvo su. recompensa al minuto 75 en un tiro de esquina rematado por Luis Fuentes para el 1-2.
Atacaba y atacaba con cierta ambición, pero todo murió al minuto 89 porque Bruno Romo puso el 1-3 y todo lo demás fue desilusión para los americanistas de la cancha y de las tribunas.
Sorpresa en el Azteca.