CIUDAD DE MÉXICO.- Por unanimidad del Pleno del Senado de la República, se aprobó con 76 votos a favor, el proyecto de decreto por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley General de Salud, para prevenir el sobrepeso, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria.
Los senadores avalaron incluir que las instituciones públicas que forman parte del Sistema Nacional de Salud integren la cirugía bariátrica como tratamiento de la obesidad mórbida y sus comorbilidades.
De acuerdo al dictamen aprobado, los candidatos a cirugía bariátrica deberán cumplir con los criterios de selección, de acuerdo a las normas y protocolos de salud en la materia, como: al menos un año de tratamiento convencional previo sin éxito, ser mayor de 18 años de edad, sin presencia de contraindicaciones clínicas o psicológicas para este tipo de cirugías (previa evaluación por médicos especialistas).
También, adecuado estado físico para ser sometido a anestesia y a una intervención quirúrgica, Índice de Masa Corporal (IMC) mayor a 40 kg/m2 o mayor 35 kg/m2 con la presencia de una o más comorbilidades, estar emocional y psicológicamente apto para la adopción de un nuevo estilo de vida, y pacientes sin dependencias al alcohol o drogas.
Las instituciones de salud pública y privada, así como los establecimientos autorizados que practiquen este tipo de cirugía, deberán procurar contar con la infraestructura multidisciplinaria adecuada para dichos procedimientos de alta complejidad.
En caso de que los establecimientos que presten servicios de salud y ofrezcan cirugía bariátrica, sin apego a lo dispuesto en la Ley General de Salud y en las disposiciones jurídicas aplicables, serán sancionados en términos del artículo 420 de la presente Ley, es decir, se sancionará con multa de mil hasta cuatro mil veces el salario mínimo general diario vigente en la zona económica de que se trate.
Además, la coordinación del Sistema Nacional de Salud promoverá la activación física para contrarrestar el sobrepeso, la obesidad y los trastornos de la conducta alimentaria.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de defunción en el mundo.
Cada año fallecen por lo menos 2,8 millones de personas adultas por estas condiciones y 44 por ciento de la carga de diabetes, 23 por ciento de la carga de cardiopatías isquémicas, y entre 7 y 41 por ciento de la carga de algunos cánceres son atribuibles al sobrepeso y la obesidad.
El documento advierte que la obesidad mórbida, además de disminuir la expectativa de vida, causa discapacidad, minusvalía y problemas de exclusión social. Por sus efectos a nivel colectivo es un problema de salud pública en muchos países y que se ha ido incrementaodo como efecto de los cambios en las costumbres sociales y alimentaria.
