· Gobernadores y encuestadores bajo sospecha e investigación
· Hasta 25 millones por ser bueno, 15 regular y cinco de lo peor
· Operación para impulsar a Ríos-Farjat y Medina Mora en paz
Meses atrás platiqué con Omar Fayad.
El mandatario de Hidalgo me hizo una pregunta sin respuesta inmediata de mi parte:
-¿Cómo le hago para aparecer como el gobernador del país?
No sé si él investigó y encontró el camino, pero ha logrado ascender en el escalafón de jefes estatales, aunque sin llegar al primer lugar.
Tal vez pronto tenga él y tengamos nosotros una respuesta más exacta y mejor acreditada a las inquietudes en torno la calificación de los jefes políticos de los estados.
Le doy la información disponible:
Desde el poder se investiga para saber qué hacen los gobernadores en muchos sentidos, pero en especial cómo manejan los recursos.
Se han encontrado cosas interesantes y, obvio, se les controlará según la cercanía y lejanía con el poder federal.
Quizá los haya muy corruptos, quiénes se han enriquecido y quiénes se han hecho de fortunas injustificables, lo cual lleva inevitablemente al lavado de dinero.
Hay varias instancias inmersas en este proceso: desde la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de David Colmenares hasta la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Santiago Nieto o la Fiscalía General de la República (FGR) de Alejandro Gertz Manero.
25 MILLONES POR SER BUENO
Las investigaciones siguen su curso.
Si bien el objetivo es la austeridad y el combate a la corrupción, algunos renglones han causado sorpresa en las alturas de la administración nacional.
Uno atañe a la autopromoción a través de las encuestas.
Y como no faltan los soplones, acaso con la intención de congraciarse con el nuevo gobierno, dos empresas demoscópicas han aportado datos.
Así ha sido posible saber quiénes pagan para aparecer en los primeros lugares de la encuesta y de esa manera promoverse individualmente.
Los costos son muy altos, según sus cifras.
Por ejemplo, firmas hay con tarifas de escandalo: 25 millones de pesos para colocarlos en los cinco primeros lugares, 15 en media tabla y, algo peor, de cinco a diez por no estar en los últimos lugares.
Porque se puede ser muy malo, pero no es lo mismo aparecer con 15 por ciento de respaldo ciudadano y 85 de rechazo o con más de 30 puntos favorables.
Aun así, resulta innecesario, porque ya se sabe quiénes son los peores y ahora el campeón nacional es sin duda Cuauhtémoc Blanco, de Morelos, apenas atrasito de de Cuitláhuac García, de Veracruz.
Ambos del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero los hay medio buenos, regulares, malos y muy malos de todos los partidos.
MEDINA MORA ESTÁ EN PAZ
Está en ruta el proceso para designar al sucesor de Eduardo Medina Mora.
Renunció a su mullida poltrona de ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero debe estar tranquilo porque la justicia no va tras él.
No por ahora.
En cuanto a su relevo, aquí confirmamos lo anunciado el lunes: la favorita del poder es Alejandra Ríos-Farjat, presidenta del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
El cabildeo está en plena marcha para conseguirle los votos necesarios, en este caso sí las dos terceras partes de los senadores presentes y no como a María del Rosario Piedra Ibarra para presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
Si se cumple la instrucción de ya saben quién, dejará en el camino a la subsecretaria Diana Alvarez y a la académica Ana Laura Magaloni, favorita de juristas y universitarios.
En ese orden están las preferencias desde arriba.
