CIUDAD DE MÉXICO.- El matiz es importante.
La embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, fue expulsada por el gobierno de aquel país y no llamada por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Es decir, la decisión la tomó La Paz y no el canciller Marcelo Ebrard Casaubón tras el culebrón iniciado con el asilo político al ex mandatario Evo Morales.
No nada más fue declara “persona non grata”, sino que se le dio un ultimátum de 72 horas para abandonar ese país sudamericano y abandonar sus funciones diplomáticas.
El ultimátum reitera la consideración del gobierno boliviano a la Embajada de México, sin aludir jamás a algún intento por desconocer al resto del personal diplomático o de romper relaciones.
Dice a la letra el documento oficial del Estado Plurinominal de Bolivia, suscrito por el Ministerio de Relaciones Exteriores:
“El Ministerio de Relacione sEzteriore s-Dirección General de Ceremonial del Estado- saluda muy atentamente a la Honorable Embajada de los Estados Unidos Mexicanos a objeto de comuna ir que, de conformidad a lo establecido en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de fecha 18 de abril de 1961, el Gobierno Constitucional del Estado Plurinominal de Bolivia ha decidido declarar PERSONA NON GRATRA a la Embajadora Estraordinaria y Plenipotenciaria de México en Bolivia. Da. Maria Teresa Mercado, otorgándole un plazo de 72 horas para abandonar al país.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores -Direcion General de Ceremonial del Estado-hace propicia la ocasión para reiterar a la Honorable Embajada de los Estados Unidos Mexicanos las seguridades de su más alta y distinguida consideración”.
