Cuando París Saint-Germain (PSG) necesitaba de su talento, Kylian Mbappé y Lionel Messi desaparecieron ante Bayern de Múnich, que avanzó, con facilidad, a los cuartos de final de Champions League, en el Allianz Arena.
Con la ventaja en el duelo de ida de 1-0, el club alemán no se confiaba y buscaba incrementar la ventaja, como al 16’, cuando Goretzka tiró de larga distancia, raso, potente y el guardameta Donnarumma atrapó el balón.
A los 32 minutos volvió a intentar, cuando Musiala recibió de espalda dentro del área, recargado por izquierda, se dio vuelta y disparó fuerte, por abajo, pero Donnarumma tapó y mandó a tiro de esquina.
PSG no creaba al frente y en la zona defensiva recibió una mala noticia, al minuto 36: al parecer por una molestia muscular, dejó el campo Marquinhos y en su lugar ingresó Nordi Mukiele.
Parecía que el club francés empataba la serie al minuto 38: robaron, dentro del área, el esférico al guardameta Yann Sommer, le quedó a Vitinha, quien disparó, pero en la raya, barriéndose, Matthijs de Ligt despejó.
Ya en el segundo tiempo, al minuto 52, parecía que se definía la serie, cuando luego de centro por izquierda, Choupo-Moting cabeceó picado a las redes, pero Thomas Müller hizo por el balón, tal vez lo rozó, en fuera de lugar y el árbitro anuló el gol.
Ahora sí al minuto 61 se definió la llave, cuando robaron la pelota a Verratti en los linderos del área, dieron a Goretzka, ya dentro del área, quien tocó lateral para Choupo-Moting, quien, solo, empujó a las redes para el 2-0 Global.
El 3-0 Global se dio al minuto 90 y en contragolpe, que definió Serge Gnabry (ingresó al 86’ por Coman), entrando al área, recargado por izquierda, cacheteó cruzado y enredó el balón en las redes.
Con información de Quadratin
